El bono de carbono es una herramienta financiera que se utiliza para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático. En el sector turístico a través del pago de un monto por la conservación de bosques. El bono de carbono se ha convertido en una opción popular para fomentar la sostenibilidad ambiental y reducir la huella de carbono de los viajes.
El bono en turismo funciona de la siguiente manera: una empresa turística calcula la cantidad de emisiones de GEI que se producen por las actividades turísticas que ofrece, como vuelos, traslados terrestres y energía utilizada. Luego, esta empresa adquirie bonos de carbono, que son certificados y que cada uno representa una tonelada de dióxido de carbono (CO2) que se ha evitado o reducido en otro lugar del mundo. De esta manera, la empresa compensa sus emisiones de GEI al financiar proyectos que reducen emisiones en otro lugar.
Esta compensación de emisiones es una forma efectiva de fomentar la sostenibilidad ambiental en el sector turismo. Los viajeros pueden optar por empresas turísticas que utilizan el bono de carbono, ya que les brindan la tranquilidad de que sus viajes no contribuyen al cambio climático y están ayudando a reducir las emisiones de GEI en otros lugares del mundo. Además, al promover el uso del bono de carbono, se incentiva a las empresas turísticas a invertir en proyectos que reduzcan su propia huella de carbono, lo que puede llevar a cabo cambios significativos en la forma en que operan.
En resumen, el bono de carbono es una herramienta valiosa para reducir las emisiones de GEI en el sector turístico y fomentar la sostenibilidad ambiental. Los viajeros pueden elegir empresas turísticas que utilicen el bono de carbono y así contribuir a la reducción de emisiones de GEI en todo el mundo.
