Las experiencias turísticas son una combinación de bienes y servicios, articulados entre sí y especialmente diseñados para provocar determinados efectos en quienes las viven.
En ese sentido, la experiencia es uno de los principales factores a ser evaluados por el turista para determinar si su visita fue buena o mala, recomendable o irrepetible. De ahí que se vuelva indispensable conocer los componentes esenciales para crear una experiencia turística memorable y capaz de comunicar la propuesta de valor del destino, consolidando su autenticidad, mediante el valor entregado a los elementos únicos y diferenciadores con los que contamos.
Elementos de una experiencia turística que no pueden faltar:
Guion: define la distribución de las acciones, narración y/o hechos que tendrán lugar dentro de una experiencia, basándose para ello en una idea central y una historia que le da significado al conjunto.
Narrativa: es la idea central de los temas principales y secundarios a transmitir en la experiecia, organizados como una historia y contados con un tono adecuado.
Curva dramática: se refiere a la progresión del interés y compromiso emotivo del turista durante la experiencia. La curva puede iniciar con una presentación, luego viene el desarrollo de la historia o el conflicto, alcanza un clímax –en el cual la intensidad llega a su punto máximo– y termina en el desenlace, no obstante, existen más posibilidades de curva dramática. Por ejemplo, se pueden generar diversos subclímax o anticlímax, de manera previa al clímax principal.
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